En abril de 2025 falleció el compositor austríaco Peter Ablinger. Con su obra impulsó nuevas formas de escuchar y consideró el ruido como material musical. Instrumente und Rauschen (Instrumentos y ruido) es una serie de 24 piezas en las que el oyente percibe unos 20 segundos de música instrumental “elemental”, casi completamente ocultos tras una cortina de ruido blanco que se difunde continuamente por los altavoces. Una vuelta a nuestros orígenes, como recordaba Ablinger: “El ruido blanco, estático, es probablemente uno de los primeros sonidos de los que los seres humanos fueron conscientes”.

José Manuel López López es uno de los grandes compositores europeos. A lo largo de sus 70 años ha recibido numerosas distinciones, como el Premio Nacional de Música (2000), el premio Francis y Mica Salabert o el premio de Música René Dumesnil, concedido por la Academia Francesa de Bellas Artes. La poderosa y personal obra de José Manuel López López surge del entendimiento del sonido como un ente vivo, casi biológico, y de la composición como el medio con el que explorar las aguas científicas del sonido.

La pluma de hu se inspira en un cuento de Italo Calvino, en el que una pluma de hu (pavo real) es la única capaz de devolver la vista a los ciegos. Con esta obra, López López crea una composición donde continúa explorando el timbre y su evolución en el tiempo, pero fragmentados y espacializados a través del ritmo. “Me interesa la tensión entre transformaciones internas y formas externas (armonía, ritmo, textura), de la que nacen híbridos sonoros que reflejan nuestro tiempo. Como en la biología, donde lo satisfactorio prima sobre lo perfecto o lo óptimo”, concluye López López.

La compositora Chaya Czernowin, reciente compositora residente del célebre Musikverein de Viena y Artista Distinguida de nuestra agrupación, vuelve a la temporada para estrenar en España una de sus grandes composiciones: Seltene Erde: alchimia communicationis (Tierra rara: alquimia de la comunicación) para contrabajo solista, 4 contrabajos pregrabados y ensemble.

“El contrabajo solista y sus grabaciones son la tierra y el suelo de esta obra. El ensemble se divide en pequeños grupos que interactúan entre sí. Hay algo ilusorio y efímero en su interacción, como si fueran movidos por fuerzas invisibles. Estas fuerzas invisibles crean brechas temporales donde el ensamble y el contrabajo se unen, formando un solo cuerpo en constante transformación”, explica la compositora. El solista será Evan Hulbert, contrabajista del reconocido Klangforum Wien de Viena.

El programa se completa con una de las primeras grabaciones de una obra de Schubert, realizada por Theo Wangemann, el mismo que grabó a Brahms interpretando su música. En esta grabación, y debido a las limitaciones técnicas de los medios de grabación de finales del siglo XIX, podemos escuchar una cortina de ruido y tras ella, la voz del barítono Karl Mayer y del pianista Franz Wüllner interpretando el segundo lied de La bella molinera de Schubert. Una grabación que podría ser una obra de Peter Ablinger, y para quien queremos que sirva de homenaje y recuerdo por habernos mostrado la belleza (en ocasiones violenta) del ruido, porque como decía el cineasta Glauber Rocha: “una estética de la violencia, antes que ser primitiva, es revolucionaria”.